- Pubblicata il 26/02/2019
- Autore: Karlie
- Categoria: Racconti erotici trans
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- Pubblicata il 26/02/2019
- Autore: Karlie
- Categoria: Racconti erotici trans
SEXO Y KARATE II - Firenze Trasgressiva
En esta segunda vez debo decirles que esta experiencia fue aún mas
caliente con mi profesor de Karate Do. En esta oportunidad recuerdo que
nos escirbiamos por mensajes al celular, a cada momento nos decíamos
tantas cosas calientes, yo le expresaba de me encantaría tener sexo con
el allí en el gimnasio, que quería que me penetrara, y que estaba
dispuesta a todo sin ninguna complicación. En sus mensajes él me decía
que nunca había tenido una experiencia así y que eso lo tenía pensando en
probar incluso sentir una penetración de una chica transexual como yo,
eso me ponía mucho mas caliente, de solo verlo en clases, me daba una
enorme erección que aveces no lograba controlar. LLegó el día en que
habíamos acordado en vernos en el baño de los entrenadores a las 9:00 pm
luego de finalizaran las actividades, yo lo esperaba ya lista, caliente,
metiendo mis dedos en mi culo, masturbándome y pensando en él, allí
sentada sobre un banco del baño, en eso entró él, cerró la puerta y
enseguida vino hacia mí, se arrodilló y comenzó a chupar deliciosamente
mi verga, y al mismo tiempo me apretaba las tetas, su lengua jugaba entre
mi verga y mi culito, un vaivén húmedo de su lengua deliciosa que me
tenía como loca. Subía bensandome hasta llegar a mis tetas, las chupaba
con gusto, las lamía de manera exquisita, me besaba el cuello, me daba
suaves mordiscos que me hacían erizar la piel. Se paró y allí frente a
mí, saqué su verga grande y jugosa y comencé a lamerla, a besarla, besaba
sus bolas, mientras con mi mano agarraba el pene duro y me lo metía en
boca, así enseguida chupaba su pene hasta llevarmelo a lo más profundo de
mi garganta, el me halaba el cabello y me cogía por la boca, durísimo,
incómodo pero exquisito, me volteó y comenzó a darme la mamada de culo
mas deliciosa que había recibido en mi vida, hasta su nariz fina la metía
en el hueco del culito mío, me metía sus dedos gruesos, uno, luego dos,
luego tres dedos, ya no podía más y le pedí que me metiera su verga ya,
la deseaba, sin mas pedir, recuerdo lo intenso del dolor porque me la
metió tan rápido que sentí como entrase un enorme palo en mi culo. Pero
tenía que callarme, y gemir para disfrutar ese placer, eso era lo que
había querido con él, se movía de una manera increible, entre suave,
rápido, duro, en manera circular, ya mi culito estaba dilatado, mi pene
estaba erecto al 100% y emanando jugo en gran cantidad, creo que ese
largo y grueso miembro de mi profesor me llegaba a la próstata. En eso
sacó su verga y se volteó, comenzó a mamarmelo y se volteó, se puso en
cuatro sobre el banco del baño y me dijo que lo penetrara. Comencé poco a
poco, era su primera vez, pero se notaba que tenía ganas, él mismo se
abría el culito y se enfilaba mi verga en su culo al punto que él mismo
comenzó a moverse tan rico que en pocos minutos me vine dentro de su
culo, uff!!! Su culito goteaba de mi leche, que rico aquel espectáculo
frente a mis ojos, mi profe estaba lleno de mi leche, en eso, me
arrodillé frente a él y comencé a chupar y chupar, lamer, chupar, tragar,
y lo hice acabar, ese hombre tenía mas leche que sangre, creo, jajaja,
era una cantidad inmensa de leche la que me tragué, y sin embargo, aún
tenía mi cara mojada de leche, vino, me besó de manera rica y morbosa y
saboreabamos juntos la leche que tenía en mi lengua, hasta que tuvimos
que bañarnos y vestirnos. Estabamos cansados y extasiados, sin palabras,
a ambos nos dolía el culo, pero estabamos felices. No podía creer esa
noche y los días siguientes que el Karate me fascinaba ahora mucho más, y
ni decir de mi profesor de sexo y karate, con quien me veo muy
discretamente de vez en cuando en los baños del gym y en su apartamento,
cercano al gimnasio.
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